Estas dos últimas semanas he asistido a dos ferias de boda distintas y puedo afirmar que una de las cosas en las que más perdidas están muchas parejas es en el tema de la coordinación.
Las conversaciones han sido algo asi:
Las parejas: No gracias, ya tenemos wedding planner.
Yo: ¿Tenéis wedding planner o simplemente el lugar donde celebraréis la boda os incluye una corrdinadora?
Las parejas (ya dudosas): No, no, wedding planner…
Yo: ¡Ah vale! os acompañará a pruebas, reuniones con proveedores, revisará contratos, os ayudará con la organización previa y el día de la boda estará a vuestro lado y se encargará de que ocurra todo lo que queréis, ¿no?
Las parejas: Pues no… Sólo se encarará de que entre y salga la comida.
A partir de ahí comenzábamos a hablar sobre la figura de la coordinadora que aporta el espacio y un servicio de wedding planner. Aún así, yo OBVIAMENTE, entiendo que muchas personas decidan quedarse únicamente con lo que el espacio ofrece, pero siempre me gusta matizar que una wedding planner externa va a mirar por la pareja y no por el espacio.
Pero no nos desviemos del tema…
Estáis en medio de la ceremonia, vais a poneros los anillos y de repente, un silencio abrumador. Levantas la mano, chasqueas los dedos y le dices al DJ que reproduzca »Canción anillos» . No te entiende, dice que no la tiene. Le indicas que si, que está en el pen drive que le disteis. La encuentra y la pone.
Termina la ceremonia, es el momento de salir del altar, tenéis que correr e intentar que no os atrape la gente invitada para ir a haceros algunas fotos en pareja. En el tiempo que duran vuestras fotos, la gente tiene que quedarse en la zona del aperitivo y posteriormente ir a la zona donde se come para esperar a que hagáis vuestra entrada. En el momento que hacéis la entrada no hay nadie en esa zona.
Momento cena, la tía Paqui quiere darte una sorpresa, pero no sabe en que momento hacerlo. A esto se suman tus mejores amigas que han preparado una coreografía, el hermano de tu pareja que quiere hacer un brindis, el corte de la tarta y dos o tres momentos en los que entregáis regalitos a personas especiales. Al no tener un timing marcado (porque muchas de estas cosas son un regalo para vosotres), cada persona lo hace cuando quiere y se forma un lío inmenso.
Todo esto tiene una definición clara y de cuatro letras:
Y en medio de todo esto estás tú con tu pareja intentando poner orden y dejando así de disfrutar de ese día.
¿No sería mucho más sencillo que una persona se encargara de todo ese lío?
De esto nos encargamos en las coordinaciones. Yo misma me guardo TODO ESE DÍA para la pareja. No coordino únicamente la boda en sí sino que también coordino las horas previas. Tengo en cuenta a la hora que llega el servicio de peluquería, la fotógrafa, organizo con mucho mimo todo lo que vayáis a necesitar… Es decir, desde 2-3 meses antes, hago todo lo posible para que únicamente tengáis que disfrutar de ese día. Y ojo, esto no significa que vaya a organizar toda vuestra boda, simplemente me encargo de estar ahí ese día y de atar cabos las semanas previas.
¿Qué opinas?